La marginación social consiste en discriminar a un colectivo por no practicar las mismas costumbres que posee la mayoría de la sociedad.
La marginación jurídica es la que considera diferentes, por ley, a determinadas personas por su sexo, religión, raza, etc.
La marginación económica excluye a un grupo de individuos o países de la participación en la actividad económica en general o disminuye las oportunidades de dicho colectivo de participar en esa actividad económica.
La consecuencia de la marginación económica es la pobreza. Ser pobre significa tener muchas menos oportunidades de acceso a la educación, la higiene, la sanidad, la cultura, la participación política, etc. La pobreza lleva consigo la marginación social.
Este blog se ha creado de manera voluntaria para la asignatura Conocimiento, tecnología y educación. UNED 2011-2012. Con el Objetivo de luchar contra la Marginación Infantil, que desgraciadamente existe en todos los lugares del mundo.
viernes, 21 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
La marginación infantil es el principal antecedente de los delincuentes juveniles
El 48% de la población infantil española entre los doce y los dieciséis años no mantiene con su padre relaciones positivas o de acercamiento, mientras que casi una tercera parte del mismo grupo considera que en su casa no se respeta al niño ni se le tiene en cuenta.
La inadaptación y delincuencia de los jóvenes es, en casi todos los casos, una reacción a las contradicciones de la sociedad de consumo.La edad juvenil es la más sensible a este problema; sus defensas psíquicas contra la invitación consumista son más débiles que las de otros grupos de edad. Su propensión a infringir las reglas es, pues, superior.
Pero el joven marginado suele tener detrás unos antecedentes familiares y educativos marcados, asimismo, por las lacras de la marginación y el postergamiento.
La familia es el primer núcleo donde el individuo aprende las normas de la comunidad.
Según el estudio de EDIS, el 16% de la población infantil consultada dice que en su casa existen malos tratos, insultos, riñas fuertes y alcoholismo; el 30% confiesa haberse fugado alguna vez de casa o haber tenido intención de fugarse, y el 39,8 % se queja de pasar menos de dos horas al día con su padre, lo que genera distanciamiento, incomprensión y soledad.
La situación familiar se proyecta en la escuela, segundo núcleo de socialización del menor. La escuela también funciona a imagen y semejanza de la comunidad. Su misión consiste en transmitir pautas y normas de comportamiento, inculcar respeto al orden establecido y a la ideología dominante, uniformar conocimientos, valores y prácticas y legitimar las estructuras de clase preexistentes. Los escolares que llegan al aula desde un estado social medio o elevado triunfan en los estudios más que los hijos de familias conflictivas y marginales, los cuales fracasan acaban por abandonar.
La inadaptación y delincuencia de los jóvenes es, en casi todos los casos, una reacción a las contradicciones de la sociedad de consumo.La edad juvenil es la más sensible a este problema; sus defensas psíquicas contra la invitación consumista son más débiles que las de otros grupos de edad. Su propensión a infringir las reglas es, pues, superior.
Pero el joven marginado suele tener detrás unos antecedentes familiares y educativos marcados, asimismo, por las lacras de la marginación y el postergamiento.
La familia es el primer núcleo donde el individuo aprende las normas de la comunidad.
Según el estudio de EDIS, el 16% de la población infantil consultada dice que en su casa existen malos tratos, insultos, riñas fuertes y alcoholismo; el 30% confiesa haberse fugado alguna vez de casa o haber tenido intención de fugarse, y el 39,8 % se queja de pasar menos de dos horas al día con su padre, lo que genera distanciamiento, incomprensión y soledad.
La situación familiar se proyecta en la escuela, segundo núcleo de socialización del menor. La escuela también funciona a imagen y semejanza de la comunidad. Su misión consiste en transmitir pautas y normas de comportamiento, inculcar respeto al orden establecido y a la ideología dominante, uniformar conocimientos, valores y prácticas y legitimar las estructuras de clase preexistentes. Los escolares que llegan al aula desde un estado social medio o elevado triunfan en los estudios más que los hijos de familias conflictivas y marginales, los cuales fracasan acaban por abandonar.
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